No hay palabras (o, más bien,
no disimuladas o con medio atisbo de clase) que puedan explicar el daño que
Bernardo Bertolucci y Marlon Brando le hicieron a la mantequilla cuando salió
L’ultimo Tango a Parigi. En todo caso comento que, aunque no lo parezca, a
final de cuentas soy una niña de colegio de monjas y hay cosas de las que las niñas así no
hablamos (que no significa que no hagamos, pero la clase, ya saben), así que
mejor dejo por acá la escena por si no la han visto como para entender mejor
qué tiene un cinéfilo malpensado en la cabeza la mitad de las veces que alguien
menciona el producto lácteo en cuestión.
Cosas que (me) ha arruinado el cine (III). La mantequilla.
viernes, 27 de septiembre de 2013 - Publicado por BabeDeJour en 0:59