Lo confieso: soy fangirl
[semi]ciega de todo lo que esté ubicado en el Universo Cinemático de Marvel, o MCU
por sus siglas en inglés. Veo religiosamente cualquier material que salga del
megaproyecto de Kevin Feige sin sentirme decepcionada: por años, el único
producto que me pareció realmente mediocre en MCU fue Captain America: The First Avenger, y hasta esa la arreglaron con
una secuela que está entre las mejores de la franquicia.
Y luego salió Agents
of S.H.I.E.L.D.
Esto ya lo habíamos visto
antes
La premisa sonaba espectacular: un show creado por
Joss Whedon en el que el siempre genial Phil Coulson (Clark Gregg) regresaba a
sus andanzas después de que Loki lo matara, liderando un grupo de gente
brillante en su área y absolutamente dispareja en una nave espectacular.
Léase, una serie de ciencia ficción creada por Joss
Whedon siguiendo las aventuras de un grupo de personajes extraordinarios, bajo
el liderazgo de un hombre MUY cool dispuesto a hacer cualquier cosa por su
equipo (con todo el porte de héroe dudoso), acompañado por una amiga de
batallas pasadas perpetuamente seria y letal, aparte de algún personaje con
deslices de lealtad que ponen a todo el grupo en riesgo.
¿Suena familiar? Una pista: si Agents of S.H.I.E.L.D hubiese salido de Fox, apenas hubiese durado
catorce capítulos, una película y una serie de cómics.
El problema de Agents
al principio fue ese: se sentía demasiado como un intento de Firefly sin tener los elementos que
hicieron única a la serie protagonizada por Nathan Fillion, y sobre todo
cojeando de actuaciones por debajo del estándar Whedon, excepto Gregg y Ming-Na
Wen (tras dos temporadas, Chloe Bennet, prácticamente la co-protagonista, sigue
siendo el elemento más débil – a pesar de que es una de las mujeres más bellas
del MCU, que no se dice a la ligera de un universo que contiene a Hayley
Atwell, Cobie Smulders y Scarlett Johansson).
La incomparable ambición
de Kevin Feige
Agents llegaba con otra cojera: mientras el
universo de Firefly es de Whedon y
tiene todo el espacio para jugar con él, Agents
está restringida por el proyecto de Marvel, sin poderse salir mucho de las
líneas; la serie sirve a un universo mucho más grande que sí misma.
También es que fue el primer proyecto de pantalla
chica en el MCU, justo después del mega éxito de Avengers, y era prácticamente imposible cubrir el mismo estándar en
un proyecto infinitamente más chico; desde entonces han salido dos series más
dentro del universo Marvel, Agent Carter
y Daredevil, ambas brutalmente buenas
por razones distintas: Peggy funciona como una gran precuela, construcción del
MCU e incluso bandera feminista; mientras, Daredevil es por mucho la parte más
oscura del universo cinemático, el lado más humano, violento y no apto para
aparecer en imágenes de loncheras.
Ave, H.Y.D.R.A.
Ahora, la transformación de Agents hacia otra cosa empezó con Winter Soldier, claro: la serie centrada en S.H.I.E.L.D. obviamente
tenía que desbaratarse en sus cimientos cuando la organización de espionaje
cayó por su enemigo más antiguo. Se tuvo que reconstruir desde el principio,
llegó Nick Fury (el siempre fabuloso y malhablado Samuel L. Jackson) a pegar
tiros, Maria Hill (Cobie Smulders) terminó trabajando para Tony Stark y Coulson
se convirtió en el director de la agencia.
Pero el hecho es
que no fue hasta la segunda mitad de la temporada 2 que la serie agarró
personalidad propia: se introdujeron personajes nuevos, poderes distintos, una
raza completa de superhumanos... y el equipo de Coulson empezó, finalmente, a ser
parte importante del universo en el que está localizado.
Estaba todo
planificado: las búsquedas de orígenes de Skye, al final, nunca fueron un
invento nuevo e incoherente del MCU sino más bien el principio de una de las
mayores apuestas de Marvel, la raza de los Inhumanos.
Inhumanos
Los Inhumanos
son descendientes de experimentaciones alienígenas en la Tierra hace millones
de años; tras esto, han existido generaciones de esta especie en el planeta,
cuyos poderes sólo pueden ser activados a través de un proceso llamado
Terregenesis – un proceso que causa la muerte y destrucción de seres humanos
sin genética Inhumana.
El que crea que
esta raza nueva no tiene nada que ver con el plan maestro de Marvel no ha visto
la lista de las películas que vienen: el cierre de la tercera y última Fase del
MCU (última hasta ahora, en todo caso) es una película dedicada justamente a
esta gente, y hay quienes creen (como la gente de Cinema Blend) que el proyecto
podría ser el comienzo de una nueva ola de superhéroes para una posible Fase 4,
tomando el lugar que ocuparían los X-Men si los derechos de adaptaciones
cinematográficas no pertenecieran a Fox.
La relevancia del Director Phil Coulson
Para los Avengers, el hecho de que Coulson fue
revivido con tecnología alienígena es absolutamente secreto; honestamente, a mí
me encantaría que eventualmente se entere Tony Stark, y me fascina la idea de
Robert Downey Jr. dándole una tunda de palos a Coulson y otra a Fury por
mantenerlo en secreto después del trauma de la Batalla de Nueva York (a la que
fue inspirado por Coulson).
En todo caso,
hoy, dos temporadas después de empezada la primera serie del MCU, me alegro de
haberme quedado viéndola: contrario a otros shows del género (Heroes es el ejemplo obvio, aunque Smallville tampoco se queda atrás), Agents ha ido mejorando mientras pasa el
tiempo, mezclando nuevos personajes y finalmente encontrando su razón de ser,
después de destrozarse y reconstruirse hasta finalmente convertirse en lo que
debió ser siempre: el tronco de información base, el filtro, para todo lo que
sucede con los héroes más poderosos de la Tierra.